Prueba del Mercedes GLB 200d: cumple mejor de lo que te imaginas

La primera sensación que tuve al contemplar en vivo el Mercedes Clase B fue de ligera sorpresa. Quizá las fotos que había visto del coche hasta entonces no le hicieran justicia; quizá la letra B me engañara (B es como se denomina al segmento de los 'utilitarios')... El caso es que desde el primer vistazo en el garaje de la propia sede de Mercedes me pareció más corpulento de lo esperado, más moldeado, con más presencia, cosa que debía haber sospechado teniendo en cuenta su aforo de siete ocupantes (si pagamos 1.037 euros por la tercera fila).
El GLB cabe justo en una caja que mida 4.634 mm de longitud, 1.834 de anchura y 1.659 de altura. Y aunque tiene redondeces en sintonía con la tendencia estética de la marca de la estrella en estos últimos años, visto de lado tiene trazos muy horizontales tanto en la línea de cintura, como en el techo (que se prolonga hasta muy atrás debido a su tercera fila de asientos) y el capó.